El Dakar World Tour llegó el martes a Pekín. Los pilotos y fabricantes chinos, que pueden reivindicar casi la perfección, apuestan por el futuro para confirmar su presencia.
Los datos estadísticos sobre China, económicos o demográficos, hacen palidecer a otras naciones.
Y los resultados en pista de los vehículos chinos inscritos en la última edición del Dakar también son ejemplares, con un 100% de finalización de la prueba. Al encuentro organizado en Pekín han acudido en masa los periodistas del país, ansiosos de felicitar una vez más a sus representantes en el rally… y para hablar del futuro. Aparte del logro colectivo, China aumentó en 2012 su compromiso con el Dakar con la presencia de dos coches del fabricante Great Wall y un 6º puesto en la general de la mano del veterano Carlos Sousa. En dos ruedas, no se consigue aún llegar tan alto en la clasificación, pero la marca Jincheng empieza a dar que hablar en el Dakar, tras tres participaciones.
Entre los temas de conversación más candentes, cabe destacar que los periodistas chinos esperan impacientes el Rally de Taklamakán, en septiembre, en el que un motorista amateur podrá ganarse un puesto para el Dakar 2013 gracias al Dakar Challenge. La competencia entre los pilotos chinos será dura, pero el premio gordo le podría tocar a un país aún desconocido en el Dakar. Dos pilotos mongoles se desplazaron antes de ayer desde Ulán Bator para asistir al Dakar World Tour. Para cumplir sus ambiciones de participar en la edición de 2013, tendrán que superar la etapa de Taklamakán.
